Parece
una venganza. Una especie de replica o contraataque a tus versos y palabras.
Realmente no sé lo que es. Escribo porque respiro, porque es algo que mi cuerpo
me pide, porque mi mente necesita ver escritas en forma de palabras las
imágenes que crea. En resumen, escribo porque existo.
Pero es
curioso, sé que esto lo escribo para ti. No hay ninguna de las anteriores razones que
cuadren con mi razón para escribir esto. Incluso la temática o la forma carecen
de sentido, es como una simple carta. Como si quisiera decirte algo que no
pudiese, y como no puedo, lo escribo. Pero lo curioso es que puedo decírtelo.
Creo que puedo decir cada una de las palabras expresadas aquí, ya que no dudo
de lo que escribo. Entonces, ¿Qué es esto?
Vuelvo
a cavilar sobre lo que ya he escrito, y me doy cuenta de algo curioso. Me doy
cuenta que mi respuesta parece una regla de tres. Una regla de tres cursi y
algo fuerte, dado que yo me conozco y no entiendo muy bien el porqué dedico esto,
pero a la vez sincera. Si este escrito es para ti, es que respiro por ti. Es también
que mi cuerpo me arrastra hacia ti. Mi mente quiere escribir las imágenes, pero
sorprendentemente, estas imágenes ya existen, y las mismas son incluso más
impresionantes que todo lo imaginado en mi cabeza.
Escribo
porque existo, y si esto es por ti, te entrego, al igual que mis letras, mi
existencia. Creo que aunque pueda ser llamada venganza, es bastante dulce, ¿No
crees?
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